Guimaraes es una pequeña ciudad medieval al norte de Oporto de visita obligada.
Cautivadora y sorprendente: haciendo turismo en Guimaraes descubrirás un centro histórico lleno de acogedoras placitas custodiadas por casas con varios siglos de historia y rodeado de una imponente muralla medieval.
Un día es más que suficiente para conocer lo mejor de esta ciudad si tienes un buen guía:
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Guimarães, Portugal nació aquí
Cuentan los historiadores que fue en Guimaraes donde nació Portugal como país, pues la ciudad fue no solo lugar de nacimiento del que está considerado primer rey de Portugal, Afonso Henriques, sino que también ejerció como capital portuguesa desde mediados del siglo XII (antes de que la capital se trasladase a Coimbra).
Encontrarás numerosas referencias a la figura de Afonso Henriques, que sería coronado como Alfonso I de Portugal, por todo Guimaraes. Desde dos estatuas (la tradicional, frente al Palacio de los Duques de Braganza, y la moderna, en Largo da Misericordia) hasta la antiquísima iglesia donde fue bautizado, la Iglesia de San Miguel del Castillo (que visitamos en nuestro tour a Guimaraes).
No en vano, uno de los lugares más fotografiados de Guimaraes es una parte de la muralla medieval situada en Largo do Toural, donde se puede ver la inscripción que reza Aqui nasceu Portugal (Aquí nació Portugal).
¿Qué ver en Guimaraes en un día?
Tal vez vayas a estar en Oporto poco tiempo y no quieras renunciar a ir a Guimaraes. Si es el caso, te estarás preguntando si merece la pena visitar Guimaraes en un día.
La respuesta es sí.
La mayoría de monumentos de Guimaraes se encuentran cercanos entre sí y pueden recorrerse a pie, por lo que una jornada bien aprovechada es más que suficiente para ver sin prisa lo mejor de la ciudad.
Si por el contrario dispones de más tiempo para visitar Guimaraes, puedes aprovechar para conocer los alrededores de la ciudad, que cuenta con unos paisajes naturales preciosos.
¡Vamos a descubrir qué ver en Guimaraes!
La Plaza Largo da Oliveira
Si tuviéramos que elegir nuestro lugar preferido en el casco histórico de Guimaraes sería, sin duda, esta preciosa plaza presidida por el Padrao do Salado, un monumento medieval que se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad. No somos muy originales, pero es que la plaza más famosa de Guimaraes es también la más hermosa. Además del Padrao do Salado, Largo da Oliveira cuenta con muchos otros atractivos turísticos: ya solo las fachadas de las casas que la rodean son interesantes por su antigüedad y su disposición caprichosa, dando la impresión, en algunos puntos, de estar apenas sostenidas las unas sobre las otras.
Si vas a visitar Guimaraes, no olvides tomarte un descanso en Largo de Oliveira y disfrutar de un buen café portugués en la terraza de alguno de sus numerosos locales.
El Padrão do Salado
Merece la pena detenernos un momento en este Monumento del Salado que protagoniza buena parte de las fotos de Guimaraes.
Construido a mediados del siglo XIV por orden del rey portugués Alfonso IV, el monumento conmemora la victoria en la batalla del Salado, que constituyó una de las primeras derrotas al ejército musulmán en la península. Durante esta batalla, librada en las cercanías de Tarifa, junto al río Salado, portugueses y castellanos lucharon y vencieron como aliados.
El Monumento del Salado está formado por cuatro arcos apuntados bajo los que se custodia una cruz de piedra en la que están grabados los emblemas de la realeza portuguesa.
El Palacio de los Duques de Braganza
El Paço de los Duques de Braganza es una de las visitas estrella en lo que a monumentos de Guimaraes se refiere. No esperes un palacio ostentoso y recargado; más bien, es sobrio y austero, compacto y con más pinta de fortaleza que de palacio (al menos, de los palacios que estamos acostumbrados a ver en Portugal).
Pero el Palacio de los Duques de Braganza cuenta con un apasionante pasado como bastión de la dinastía más poderosa del norte de Portugal y un interior que merece la pena recorrer para conocer la figura de los duques y su papel en la historia portuguesa. Por supuesto, también podremos maravillarnos con su colección de arte del siglo XVII, que incluye tapices, mobiliario y orfebrería.
Castillo de Guimaraes
El país cuenta con un buen número de magníficos castillos, pero el Castillo de Guimaraes destaca sobre el resto y, de hecho, está considerado una de las siete maravillas de Portugal.
En Guías Nómadas nos gusta especialmente por las vistas desde sus torres: si viajas a Guimaraes con niños, lo pasarán en grande subiendo y bajando por sus torreones.
Una visita imprescindible en la ciudad.
Nuestro tour en Guimarães incluye la entrada y visita guiada del Castillo de Guimarães y del Palacio de los Duques de Braganza:
La Iglesia de San Miguel del Castillo
Esta iglesia sencilla y de reducidas dimensiones recuerda a una ermita y es sin embargo uno de los lugares de mayor importancia histórica de Portugal, pues como te desvelamos al principio de nuestra guía de Guimaraes, se cree que fue aquí donde el primer rey portugués, Afonso Henriques, fue bautizado.
Lo cierto es que esto no está del todo confirmado (la fecha de construcción de la iglesia no parece cuadrar con la época en que vivió el rey fundador de Portugal) pero como símbolo, el valor de esta Iglesia de San Miguel es innegable.
Se encuentra muy cerca del Castillo de Guimaraes. ¡No te la pierdas!
Iglesia de la Consolación
Como ya habrás comprobado, la ciudad cuenta con un sinfín de lugares religiosos, y la Iglesia de la Consolación, también conocida como Iglesia de San Gualter (patrón de la ciudad), es una de las principales iglesias de Guimaraes.
La vista del conjunto de la iglesia con su estrecha fachada flanqueada por dos torres y sus jardines delanteros es inconfundible; construida a lo largo de los siglos XVIII y XIX, merece la pena acercarse a ver la iglesia para pasear por los alrededores y visitar su interior suntuoso.
Largo do Toural
En sus orígenes, esta plaza de Largo do Toural se encontraba fuera de la ciudad (cuando todavía no era ciudad, sino aldea), pero en el siglo XIX fue ampliada y transformada y desde entonces se ha convertido en uno de los principales espacios públicos de la ciudad.
Una curiosidad: en esta plaza fue colocada originariamente la escultura del rey Afonso Henriques que hoy podemos contemplar junto al Castillo de Guimaraes.
¿Lo más fotografiado? La inscripción Aqui nasceu Portugal que luce sobre los restos de la antigua muralla de Guimaraes.
Torre de los Almada
Guimaraes tiene numerosos vestigios de época medieval repartidos por todo el casco histórico; la Torre dos Almada es uno de ellos, una torre de arquitectura sencilla enclavada entre dos edificios modernos y construida a principios del siglo XVI como residencia nobiliaria.
Muralla de Guimarães
Como cualquier ciudad de cierta importancia política, económica y social de la Edad Media, Guimarães estaba fortificada y rodeada por una gran muralla. Aún hoy podemos recorrer algunos tramos de la misma y hacernos una idea muy aproximada de las dimensiones que debió alcanzar durante el período de máximo esplendor de la ciudad.
Teleférico de Guimaraes
En las afueras de la ciudad encontrarás un funicular que sube hasta el Monte da Penha, desde donde se disfruta de una de las mejores vistas de Guimarães (aparte de las del castillo que ya comentamos antes).
Una vez arriba, puedes visitar también el Santuario da Penha.